Santidad es Alegría

Karina Ortega Hernández - Pastoral

Estos son 4 ejemplos de la Santidad Salesiana que se recuerdan en el mes de octubre y que son modelos que nos proponen diversas formas de vivir nuestra espiritualidad.

5 octubre: Beato Alberto Marvelli


Laico Cristiano, que creció en el Oratorio Salesiano de Rímini, maduró su fe a partir de una opción decisiva: “Mi programa de vida se sintetiza en una sola palabra: Santo”. Lo expresará en su compromiso político y social, entendido como un servicio al bien común: “Con la ayuda del Señor deseo y me propongo de ser siempre un ejemplo para mis compañeros y defender la fe en todos los momentos que se me presente la ocasión, todo para mayor gloria de Dios” (mayo 1936).

13 octubre: Beata Alexandrina María da Costa


La memoria de la Beata Alexandrina María da Costa este año coincide con la jornada Mariana del año de la Fe, en la cual el Papa Francisco consagrará el mundo a Corazón Inmaculado de la Virgen María: Este fue un ardiente deseo de la Beata da Costa, salesiana cooperadora y beatificada por el Papa Juan Pablo II. Ella realizó en 1936 por primera vez un llamado al Papa a través de su director espiritual el jesuita p. Pinho para que consagrara el mundo al Corazón Inmaculado de María, lo reiteró hasta que finalmente el Papa Pio XII hizo la Consagración el 31 de octubre de 1942.

24 octubre: San Luis Guanella


Creció en la escuela de Don Bosco y del Cottolengo, fue un campeón de la fe y la caridad: Una persona de gran sensibilidad espiritual, rica en humanidad y atento a la voluntad de Dios, llevado hasta la heroicidad; de gran integridad moral y con una historia de vida totalmente dedicada a los más pobres. “Calmaba toda desesperación y llevaba a todas las personas a la presencia de Dios”: Con esta expresión se podría definir la obra de Don Guanella, un hombre que dedicó toda su vida a las personas más abandonadas, ancianos y jóvenes, con problemas y enfermedades.

29 octubre: Beato MicheleRua.


“Don Rua salesiano fiel, el más humilde y el más valeroso hijo de Don Bosco y sucesor de Don Bosco, su continuador: Hijo, discípulo, imitador... Ha hecho del ejemplo del Santo una escuela de vida, en su vida una historia, y de la regla un espíritu, de la santidad un tipo, un modelo; ha hecho de la fuente, una corriente, un rio”. Con estas palabras el Papa Pablo VI definió el perfil humano y espiritual de don Rua. Jesús Eucaristía, María Auxiliadora, los tres votos y la fidelidad total a Don Bosco constituían el camino salesiano para la santidad de don Miguel Rua, que con su ejemplo heroico ha dado pleno testimonio.