Características del Educador Salesiano

Profr. Carlos Andrés Hernández Díaz

Docente” es quien cumple un rol profesional; “profesor”, quien realiza un rol pedagógico, mientras que “educador” es el cumplimiento de un deber social. Y “maestro” sería aquel que le da una dimensión humana a la enseñanza y la convierte en su proyecto de vida.

Las instituciones salesianas son muy conscientes del rol que representan los educadores salesianos en la comunidad para hacer “buenos cristianos y honestos ciudadanos” de la misma forma en que San Juan Bosco lo mostró con los chicos de su oratorio y te lo ejemplificamos con una historia:

Era un día de 1843, Don Bosco había entrado en una barbería. Se le acercó un pequeño aprendiz para enjabonarle la barba. Cuando terminó el chiquillo de enjabonarlo:

Don Bosco: Y ahora, ánimo Carlitos. Como un valiente, toma la navaja y aféitame por favor.  

Acudió corriendo el barbero y le dice:

Barbero: ¡No, por favor Reverendo! El chiquillo no sabe aún, solamente enjabona.  
Don Bosco: Pero un día u otro tiene que empezar a afeitar, ¿no es así? Entonces, lo mismo da que empiece conmigo.  

Carlitos afeitó aquella barba temblando como una hoja. Alguna rascadura, algún corte, pero llegó hasta el fin.

Don Bosco: ¡Bravo Carlitos! Y ahora que somos amigos, quiero que vengas a verme alguna vez.  

Carlos Gastini empezó a frecuentar el oratorio de Valdocco y se hizo amiguísimo de Don Bosco. Pero en el verano de ese mismo año, Don Bosco lo encontró un día llorando junto a la barbería.

Don Bosco: ¿Qué te ha pasado?  
Carlitos: Ha muerto mi madre, y el amo me ha despedido. Mi hermano mayor es soldado y no sé a dónde ir.  

Don Bosco: Ven conmigo.

Mientras caminaban al oratorio, Carlitos le escuchó una frase a Don Bosco que nunca olvidaría:

Don Bosco: “Ya ves que yo no soy más que un pobre sacerdote. Pero cuando no tenga nada más que un pedazo de pan, lo partiré a medias contigo”.  

Mamá Margarita preparó otra cama. Carlitos estuvo más de 5 años en el oratorio. Fue una persona alegre, vivaz, llegó a ser el presentador obligado de todas las fiestas. Sus ocurrencias causaban risa a todos. Sin embargo, cuando hablaba de Don Bosco lloraba como un niño y decía:

Carlitos: “¡Me quería tanto!”  

Cantaba el estribillo de una canción que Don Bosco le había dedicado:

Carlitos: “A los setenta he de llegar, pues me lo ha dicho mi papá Juan”  

Era una de las tantas profecías que, medio en broma, medio en serio, hacía Don Bosco a sus muchachos. Carlos Gastini murió el 28 de enero de 1902. Cumplía setenta años y un día.



Algunas conclusiones importantes de este episodio:

  • ¡Qué valentía de Don Bosco! arriesgando “el físico”.
  • En lugar de ignorar o correr al muchacho, prefiere ganárselo con este simple detalle.
  • Le ofrece una casa cuando se encuentra solo.
  • Y como consecuencia, Don Bosco se gana el respeto y el cariño para siempre de Carlitos.
¿Sabías que Carlo Gastini?:

  • Fue el segundo alumno interno de Don Bosco
  • Fue un encuadernador, maestro, actor y poeta italiano.
  • Es conocido por ser el fundador del movimiento de los Antiguos alumnos y alumnas de Don Bosco.
Esta historia y como muchas otras, además de varios escritos que dejó Don Bosco como legado, han permitido comprender cuál es su pedagogía, es por eso, que el educador identificado con la propuesta educativa salesiana:

  • Es una persona de fe, razón y de afecto.
  • Tiene una orientación humanista cristiana.
  • Es creativo, innovador, transformador.
  • Es congruente en el pensar, decir y actuar.
  • Forma en actitudes y valores.
  • Está abierto al cambio con proyección positiva.
  • Es facilitador de aprendizajes significativos.
  • Es capaz de establecer relaciones interpersonales serenas y armónicas.
  • Ejerce su liderazgo en el manejo de procesos individuales y grupales.
  • Es capaz de trabajar en equipo.
  • Está en actitud de mejora continua para ofrecer un servicio cualificado.
Considerando que los seres humanos somos perfectibles, como educadores salesianos estamos siempre en este proceso, porque entendemos y queremos, por vocación, ofrecer lo mejor de nosotros así como Don Bosco nos ha enseñado, siendo nuestro propósito lograr:

“Buenos cristianos y honestos ciudadanos”.


Fuentes: