Espíritu de Familia

Psic. Paloma Mariana Pérez Ibarra

Convencidos de que la familia, como grupo fundamental de la sociedad y medio natural para el crecimiento y el bienestar de todos sus miembros debe proporcionar la protección y acompañamiento necesarios para que los niños, adolescentes y jóvenes, asuman plenamente sus derechos, obligaciones y responsabilidades con ellos mismos, con la familia, la escuela y en general con la comunidad.

En el mensaje de las “Buenas Noches” del rector mayor de los Salesianos, Don Ángel Fernández Artime; para la apertura del VII Congreso Internacional de María Auxiliadora, en 2015 comentó que

“La familia está hecha de rostros, de personas que aman, hablan, se sacrifican por los otros y defienden la vida a toda costa. Uno se hace persona estando en familia, creciendo con mamá y papá, respirando el calor de la casa, verdadero nido y cuna de la vida. Es en la familia donde recibimos el nombre y, por tanto, nuestra dignidad. La familia es el lugar de la amistad, de los afectos, el espacio de la intimidad, donde se aprende el arte del diálogo y de la comunicación interpersonal”.

De ahí que los que colaboramos de manera cercana en este proceso -mamá, papá, abuelos, docentes- estemos atentos y conozcamos cada una de las etapas de desarrollo de niños, adolescentes y jóvenes; con la intención de tener mayores herramientas al momento de la toma de decisiones, particularmente en los momentos de dificultad o crisis.

Es primordial reconocer que los menores para su pleno y armonioso desarrollo en la personalidad deben crecer en el seno de la familia, en un ambiente de felicidad, amor y comprensión. Por todo lo anterior queremos compartirles algunas recomendaciones para ir fortaleciendo la convivencia en casa y el sentido de la familia:

  • Dedicar tiempo de calidad a la familia. Valorar a cada miembro y lo que hace.
  • Evitar las comparaciones. Resaltar más las virtudes que los defectos.
  • Promover el diálogo, la conversación.
  • Estimular el espíritu de servicio entre todos los miembros
  • Demostrar cariño en un momento inesperado
  • Saber ceder, pensar que el otro también puede tener razón
  • Crear un ambiente de alegría relajado para mejorar el clima familiar
  • Ser empático. Vivir juntos los problemas, de abajo arriba, desde el lugar de los pequeños, para quienes algo sin importancia es un mundo.
  • Hacer algo especial en las celebraciones familiares (cumpleaños, santos, san Valentín, etc.)
  • Moderar los premios y castigos.
  • Adaptarse con sentido común a las modas, la música, series, redes sociales, entre otros. que atraen a sus hijos.
  • Reducir el tiempo de TV, redes sociales y videojuegos para charlar y hacer actividades juntos.
  • Compartir las obligaciones domésticas, de este modo, todos tendremos más tiempo de ocio y educaremos a nuestros hijos a ser más autónomos.
  • No permitir que el trabajo nos deje sin tiempo para dedicar a la familia 

Bibliografía: 

“La paz y la armonía constituyen la mayor riqueza de la familia.” (Benjamín Franklin)
Zenit. (2015). Los Salesianos y el espíritu de familia. 18/10/2021, de Zenit.org Sitio web: