Historia de la Función Docente

Académico

La educación como actividad cultural que ha practicado la humanidad resulta fundamental en tanto que permite la transmisión de los conocimientos y las tradiciones, aspectos que constituyen las distintas identidades de la diversidad humana.

La participación de personas que dedican su vida a esta labor ha estado presente a lo largo del tiempo, en algunos momentos representando un papel ligado a grupos sociales determinados, pero en otros, como actores de una noble intención; la de fomentar en los demás la consciencia de los derechos y obligaciones que como miembros de una comunidad tienen, buscando que el futuro de una persona educada mejore la vida de todos. En este sentido, aquel que educa a otro, está construyendo una sociedad mejor.

La Historia de la función docente empieza desde las sociedades primitivas y en este artículo desatacaremos algunas características del papel de la educación para algunas civilizaciones:

  • Egipto
Los escribas eran una profesión que diferenciaba a su vez a las personas letradas de las iletradas (las personas iletradas se encargaban de las tareas del campo ). El escriba era formado en la llamada "Escuela de los Libros", en la que debían de pasar gran cantidad de tiempo en el estudio de la caligrafía.

  • Grecia
Los maestros eran los sofistas, que significa hombre sabio y enseñaban disciplinas muy diversas utilizando el arte de la retórica y la oratoria, buscando mediante la palabra el fin de persuadir y no tenían en cuenta la verdad.

  • Roma
No todos los niños romanos estudiaban, pues no tenía escuela pública. La mayoría de las escuelas tenían solo un aula donde asistían aproximadamente doce alumnos. La escuela primaria se llamaba “ludus” y en ella, a los 6 años, los niños aprendían a leer, escribir y sumar. Al cumplir los 11 años, los varones pasaban a un “grammaticus” (secundaria), en donde aprendían historia, geografía y griego, mientras las niñas se quedaban en casa.

  • Los aztecas
Para los niños existían dos tipos de escuelas: el Calmecac y el Telpochcalli. Las niñas no iban a estas escuelas. En el Calmecac se preparaba a los futuros sacerdotes y gobernantes. Los alumnos estudiaban lectura, escritura, historia, matemáticas y el movimiento de los astros.

Esto es solo una muestra de cómo el valor social de los profesores resulta incuestionable, y en el contexto de la tradición salesiana, la labor de educar manifiesta la misión que Don Bosco se planteó para sí mismo; la de acercarse a los jóvenes con la meta de formar buenos cristianos y honestos ciudadanos.


Fuentes: