Jesús mi amigo que me invita al amor y al perdón

Profra. Juana López Ruiz

La amistad de acuerdo con la Real Academia de la Lengua Española la definimos como: Afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y se fortalece con el trato. Así nos encontramos ante un punto en donde recordamos que a lo largo de nuestra vida vamos conociendo a personas con quienes este afecto se va desarrollando para darnos momentos de grandes recuerdos y enseñanzas y que van contribuyendo también con nuestro desarrollo como seres humanos sin dejar de lado que también encontramos con momentos no tan gratos mientras compartimos con nuestros amigos y de los cuales también aprendemos.

Sin duda un amigo conocido por todos nosotros es Jesús, el hijo de Dios y hermano nuestro, quien ha venido el mundo con una misión especial y es la salvación para cada uno de nosotros y para lograrla se ha acercado a nosotros, nos comparte sus enseñanzas a través de sus palabras que podemos recordar a través de los Evangelios escritos por sus discípulos y amigos. Jesús que ha dado su vida para cumplir con tan importante tarea encomendada por Dios Padre. Jesús que cada día quiere establecer este vínculo afectivo con cada uno de nosotros, que nos llama a vivir el amor de Dios y que también permanece con nosotros gracias al sacramento de la Eucaristía.

En la amistad con Jesús una petición que él nos hace es que también podamos tener una mirada amorosa y generosa con nuestro prójimo, es decir, con las personas más cercanas a nosotros que necesitan de nuestro apoyo y solidaridad, que no nos olvidemos de los que más nos necesitan y sobre todo que no hagamos distinciones con las personas, así como el tampoco lo hizo mientras se reunía con las personas para compartir, conocerlos e incluso sanarlos.

Pero en esta relación de amistad también se puede observar que no siempre cumplimos con las enseñanzas de Jesús y por ello suele darse un distanciamiento e incluso el olvido de esta amistad, pero Jesús no se rinde y permanece aguardando por nosotros en el sagrario, ahí donde vivo nos acompaña y nos observa siempre cuidando y protegiendo a quienes más ama.

Pero también nos invita a recuperar esa amistad a través del sacramento de la Reconciliación, momento en el cual el arrepentimiento, el perdón y el propósito de enmienda son este vehículo para ser de nuevo cercanos a esa amistad con Jesús y con Dios Padre. Pero no es el único momento en el cual tenemos una oportunidad para reflexionar y actuar en nuestra amistad con Jesús también el cercano tiempo de Cuaresma nos brinda esa oportunidad, por eso vayamos preparando el camino para vivirla y hacer un cambio en nuestra vida que permita mantener nuestra amistad con Jesús, nuestro amigo a quien acompañaremos en los momentos más importantes de su vida. 




Referencias


Imagen de tomada del sitio