La Gratitud

Profr. Carlos Andrés Hernández Díaz

Sentir y expresar gratitud no sólo nos ayuda a cultivar bienestar emocional, sino que también regula el estrés y por ende conlleva beneficios importantes en la salud física.

Hoy en día existen muchas investigaciones en torno a lo que ocurre en nuestro cerebro cuando practicamos la gratitud:

Contribuye al buen funcionamiento cerebral, ya que el hipotálamo se activa cuando sentimos agradecimiento o realizamos alguna actividad altruista.
Es adictiva. Los actos de bondad y agradecimiento liberan grandes cantidades de dopamina, una recompensa natural que nos incita a seguir cultivando gratitud.



Al liberar dopamina se alivia el dolor físico. La dopamina es un neurotransmisor que tiene un efecto analgésico y es de gran ayuda para el procesamiento del dolor tanto físico como emocional.



El agradecimiento dispara grandes cantidades de serotonina: “la hormona de la felicidad”, por lo que inhibe la tristeza y la depresión.



La gratitud mejora el sueño de manera importante. Si por las noches sientes que te invade la ansiedad o angustia, comienza a hacer una lista mental de todas esas cosas por las que estás agradecido, es relajante.



Experimentargratitud disminuye el cortisol, la hormona del estrés. Siempre nos hace sentir mejor mirar el vaso medio lleno y no medio vacío.



Practicar la gratitud en el IDB es una herencia muy bonita que nos heredó nuestro fundador Don Bosco; sin embargo, es importante todos los días practicarla en cualquier lugar donde te encuentres y con quien te encuentres.