Mi año viejo encamina mi año nuevo.

Profra: Karina Natividad Ortega Hernández.

Nos encontramos cerca de terminar un año más, es muy padre percibir el aroma de lo nuevo, tener esa sensación de querer descubrir lo desconocido, pero antes de pasar a lo nuevo retomemos lo viejo.

Cada año decimos adiós al pasado, a muchos nos pesa decir adiós, no es fácil desprendernos de las cosas, de las actitudes, de los hábitos y mucho menos de las personas. Este diciembre 2020 se siente que estamos cansados de decir adiós, nos hemos despedido tan repentinamente más de una vez.Pero ¿qué diría Don Bosco en estos tiempos? encontré una máxima de Don Bosco que sin dudar nos la estaría diciendo constantemente:

“Dios es bueno, Dios es omnipotente; si permite tribulaciones, es para sacar mayor bien y mostrar su misericordia y poder”

Esta máxima me lleva a preguntarme:

¿Qué bien mayor ha surgido en mí durante esta situación? ¿Qué he aprendido? ¿Qué he cambiado? ¿De qué forma durante este año he presenciado el amor de Dios? ¿Soy testigo de su presencia en mi vida?

Cada recuerdo de este año debe ser un paso al cambio eminente de nuestra propia existencia, darnos un tiempo para la reflexión es lo que nos motiva a ese cambio,de ahí surge el deseo de plantearnos los propósitos.

Es importante ejercitar esa reflexión para impulsar el nuevo viaje, para soñar en grande, para esperar lo mejor y traduciendo un poco ese mensaje de Don Bosco, te digo: “lo mejor viene de Dios” así es que te invito a mantenerte cerca de Él, a través de la oración, de la Celebración Eucarística y de la comunión.

Te invito a que, durante tu cena de año nuevo:

  • Des un espacio a la escucha de tus seres queridos, qué si bien esta pandemia nos lleva a guardar la distancia, podemos buscar los medios para mantenernos cerca de ellos.
  • Toma en cuenta a Dios y tu proceso de fe en tus propósitos de año nuevo.
  • Comparte cada uno de tus propósitos con tus hijos, con tus padres y con tus hermanos.
  • Finalmente vive la celebración Eucarística a través de los medios digitales; tanto la de fin de año como la del año nuevo, encomienda a tu familia a Dios.