Mi misión en el Servicio Comunitario Salesiano

Maryanna Suarez Lozada

Uno de los principales retos de nuestra generación es mejorar las condiciones de vida y que mejor el poder hacerlo mediante el Servicio Comunitario Salesiano,concepto esencial en la formación y desarrollo de nosotros como jóvenes en el Instituto Don Bosco.

Me considero afortunada por haber tenido la oportunidad de participar en este servicio durante mi primer año de preparatoria visitando el Internado para niñas Elisa Margarita. Allí pude conocer y entender que la pureza y bondad de los niños es infinita, que a pesar de no tener mucho te lo dan todo a través de su cariño, agradecimiento y sonrisas.

Durante mi experiencia conocí a una niña llamada Renata, en primer momento me costó trabajo entenderla, ya que no comprendía su realidad ni la razón por la cual el escribir sobre ella le costaba trabajo, me inquietó y decidí darme un tiempo para hablarle lo difícil que puede serla vida, le expliqué que la felicidad es momentánea y que esta se construye a partir de crear momentos felices con base en lo que se tiene.

Esa plática la dejó pensando, por un momento sus ojos no se veían alegres, sin embargo, sólo fue cuestión de segundos para que notara que habían recuperado su brillo. Continuó trabajando en su tarea y me dio la oportunidad de conocerla un poco más, antes de irme ella me explicó porque había construido ese muro que la alejaba de las personas.

Es complicado explicar esto con palabras pues las emociones que viví aquel día fueron intensas y difíciles de entender. Me hizo sentir impotente no poderle dar más de mí y de mi tiempo, esta experiencia, sin duda marcó mi vida comprendí que hay personas que necesitan sentirse amadas y que posiblemente yo estaba ahí para compartirle el amor que anhelaba.

A través de mi trabajo en el Servicio Comunitario he podido darme cuenta de nuestra cruel realidad: ancianos olvídalos, niños y niñas en situación de abandono, personas con capacidades diferentes,desempleo y migración. La mayoría de los estudiantes del IDB somos afortunados y no nos damos cuenta de cómo viven otras personas, su realidad nos parece lejana y no valoramos lo que nuestra familia nos brinda.Nos dejamos llevar por el egoísmo envolviéndonos en una burbuja en donde solo importamos nosotros y nuestro entorno, pero ¿Qué pasa con los demás? Realmente eso no nos importa y es por ello que no existe un cambio real en el mundo; el rico se hace más rico y el pobre se hace más pobre, claro está que existen excepciones, pero son muy pocas.

De igual manera puedo decir que el seguir llevando el Servicio Comunitario a pesar de la pandemia en una modalidad en línea, me hace sentir útil como persona católica y buena ciudadana. Es bueno ayudar a quienes lo necesitan y poderlos hacerlos sonreír, ya que una sonrisa cambia el mundo y esas personas que bien pueden ser niños, adultos mayores o enfermos tienen muchas cosas que enseñarnos acerca de la vida, solo hace falta escucharlos y abrir nuestros corazones.

Al principio comencé definiendo lo que es el servicio comunitario, pero quiero resaltar que no importa si conoces o no su definición, lo importante es practicarlo y estar dispuesto a ayudar a los demás sin importar tu edad. Puedes ayudar a la persona que se encuentra a tu lado, como verdadero hermano, solo busca dentro de tu corazón tu sentido de solidaridad, responsabilidad, respeto, pero sobre todo amor.

Finalmente creo que el Servicio Comunitario nos abre los ojos y nos permite crear conciencia para desarrollar y ejecutar compromisos con la comunidad y la sociedad en general, nos deja un verdadero aprendizaje para ser hermanos.