Estamos a un paso de terminar un año más, y seguramente esta Navidad no será como la habríamos pensado ya que, si bien este fue un año de esperanza con la llegada de vacunas y medicamentos, seguimos enfrentando esta enfermedad con nuevas variantes y temores.
Este 2021 nos regaló la oportunidad de vernos de nuevo en el colegio y prepararnos para un 2022 en el que nos estaremos adaptando a una nueva realidad aprendiendo a vivir con el covid-19 y haciéndolo parte de nuestras vidas.
Que estas fechas te hagan recapacitar lo bueno que nos dejó el confinamiento: que no hizo recordar valores que teníamos olvidados; nos dio tiempo con nuestra familia que quizás antes, por el ritmo de vida tan acelerado, no se tenía de sobra o no llegábamos a valorar como ahora; nos hizo desarrollar y explotar al máximo todas esas habilidades y destrezas para enfrentar los nuevos retos; a descubrir el verdadero poder que tiene la tecnología; por apreciar esos vínculos que no se rompieron a pesar de la distancia, por la solidaridad, por la empatía, entre otras cosas más.
Agradezcamos al 2021 por obligarnos a ver el mundo de una forma diferente, por habernos hecho valorar más lo que tenemos, por hacernos más fuertes a pesar de todo, pero lo más importante fue mostrarnos el verdadero valor del presente.
No perdamos la humildad, seamos agradecidos con lo que Dios nos ha brindado, y mantengamos la convicción de que vendrán tiempos mejores. Confiemos en que cuando termine la contingencia, regresemos con más fuerza, con más alegría, con más amor y seguramente valoremos más nuestra vida y convivencia. Deseo que este fin de año esté lleno de bendiciones para cada uno de ustedes y sus seres queridos.